- Claro, pero no era un sombrero, era una boa que se comió un elefante.
- Pamplinas, era solo un sombrero.
- Que no, te digo que era una boa que se comió un elefante.
- Estas loco, ¿cómo es posible que una boa se coma un elefante?.
- Es que la boa era grande y el elefante chiquito.
- Aun así, las boas no comen elefantes ni grandes ni chicos.
- Pues esa boa si comía elefantes chicos.
- Baya que estas loco y bien loco... ¡ja!, Creer que un elefante es comido por una boa... loco, tú estas loco.
- ¿Loco yo?, Y ¿por qué?, ¿Por creer que hay una boa que se come elefantes chicos?, pues el loco eres tú por haber perdido tu inocencia e imaginación...
- ¿Inocencia?, ¿Imaginación?. Ya madura, que si sigues creyendo en boas come elefantes no llegaras lejos.
- ¿Llegar lejos?, ¿Y a donde tengo que ir?, Si ya estoy donde quiero estar.
- Ya despierta y deja de soñar, que este mundo es de realidades y no de fantasías.
- Pues no estoy de acuerdo, pues esta "realidad" que tu llamas no es más que la fantasía de algunos que en su tiempo fueron llamados locos soñadores y hoy se los conoce como los grandes pensadores.
Y dime.
¿Ves tú la boa o el sombrero?.

(Inspirado en "El Princìpito").
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